Una fosa séptica se define como un sistema de depuración de áreas residuales domésticas en las que se separan los elementos sólidos a través de procesos de decantación y sedimentación. Estos se quedan en el fondo de las fosas en forma de sedimentos para que las enzimas los vayan reduciendo.

Es importante hacer la distinción entre los diferentes tipos de fosas. Por ejemplo, existen fosas sépticas de acumulación, de filtro biológico, de oxidación total, de un compartimento, de dos y hasta de tres.

Para vigilar el correcto funcionamiento de una fosa séptica es necesario realizar inspecciones anuales, no utilizar productos que la perjudiquen y llevar a cabo limpiezas en periodos cortos. Por lo menos una vez al año se debe verificar su estado, así como el nivel de sólidos acumulados, vaciando el depósito cuando alcancé su capacidad del 25%.

Asimismo, es indispensable bombear el depósito para eliminar los sólidos acumulados; descargando aproximadamente el 80% del contenido. Este procedimiento debe ser realizado por personal calificado como el que labora en  Eco Sani.